Origen de la Raza
Dobermann
¿Quién era Karl Friedrich Louis Dobermann?
El Dobermann es una raza que nació en Alemania hacia finales del siglo XIX, desarrollada con un propósito definido: crear un perro de protección, alerta, valiente y leal.
Su creador, Karl Friedrich Louis Dobermann (1834–1894), era recaudador de impuestos y responsable de la perrera local de la ciudad de Apolda. Deseaba un perro que pudiera acompañarlo en sus recorridos por zonas peligrosas, capaz de disuadir amenazas y, llegado el caso, defenderlo activamente.
Es una de las pocas razas que lleva el apellido de su creador. Por ser un apellido propio, Dobermann, no tiene traducción a otros idiomas y debe conservarse tal cual, respetando su forma original.
Se escribe siempre con doble N al final y, como corresponde a los nombres propios, iniciando con mayúscula: Dobermann.
De acuerdo con la Federación Cinológica Internacional (FCI) en su estándar racial y con documentación del Dobermann-Verein e.V., para conformar esta nueva raza, Karl Dobermann seleccionó perros locales con aptitudes de guardia y trabajo. Se presume que en el origen del Dobermann intervinieron razas como el antiguo tipo de Rottweiler, el Pinscher Alemán, el Greyhound para dotarlo de velocidad, y posiblemente el Weimaraner y el Manchester Terrier para aportar agilidad y temperamento vivaz.
Ya desde su inicio, el Dobermann fue concebido como un perro multifuncional: protector, perro de policía, perro militar, perro de rastreo y compañero leal.
Tras la muerte de su fundador en 1894, otros criadores, como Otto Göeller y Philip Gruening, continuaron perfeccionando la raza. En 1899 se fundó el Dobermann-Verein en Apolda, marcando el primer club especializado y estableciendo una cría sistemática con criterios claros de tipo y funcionalidad.
El primer estándar oficial del Dobermann fue redactado a inicios del siglo XX, priorizando las características de resistencia, coraje, agilidad, inteligencia y fuerte instinto protector.
El Dobermann se ganó rápidamente un lugar como perro de trabajo en la policía, el ejército y diversas fuerzas de seguridad, gracias a su combinación única de fuerza física, agilidad mental y obediencia.
La Federación Cinológica Internacional (FCI) y su Comisión de Estándares siguieron refinando el estándar racial, buscando siempre un equilibrio entre estética y funcionalidad. El Dobermann debía ser elegante y poderoso a la vez: un "atleta de construcción noble", como define el estándar actual.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Dobermann demostró su valor en el campo de batalla. Fue utilizado ampliamente como perro mensajero, centinela, rastreador de minas y rescatista de heridos.
En particular, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos empleó Dobermanns en la isla de Guam, donde se ganaron el apodo de "Devil Dogs" por su valentía incansable en combate.
Muchos Dobermanns dieron su vida en servicio, y en su honor se erigió el "War Dog Memorial" en Guam.
Con el paso de las décadas, el Dobermann evolucionó no solo como un perro de trabajo sino también como un símbolo de nobleza, majestuosidad y elegancia funcional.
En Europa, bajo la supervisión del Dobermann-Verein y la FCI, la selección apuntó a un perro de construcción armoniosa, con una cabeza seca y expresiva, un lomo corto y potente, y un temperamento firme pero equilibrado.
En América, gracias al trabajo del Doberman Pinscher Club of America (DPCA), se reforzó el carácter deportivo y se consolidó una imagen de perro seguro, decidido y refinado, sin perder su esencia de coraje y servicio.
Hoy, el Dobermann encarna el espíritu de un perro noble, intrépido y leal, resultado de generaciones de selección cuidadosa que respetaron su propósito original.
El Dobermann sigue siendo considerado uno de los perros más completos: valiente pero controlado, protector pero sensible, poderoso pero elegante.
La selección moderna pone un énfasis creciente no solo en la estructura física y el temperamento, sino también en la salud genética y la capacidad funcional, en línea con las exigencias de la FSI, el Dobermann-Verein y el DPCA.
MITOS SOBRE LA RAZA:
Seguramente alguna vez escuchaste decir que el Dobermann se vuelve loco con la edad, o que su cerebro crece más que su cráneo, o que no puede vivir con niños o con otros animales.
Son historias que se repiten desde hace generaciones, pero que poco tienen que ver con la verdadera esencia de esta raza maravillosa.
Queremos contarte la verdad sobre el Dobermann:
un perro noble, valiente, sensible y profundamente leal, que ha conquistado corazones en todo el mundo por su inteligencia, su belleza y su inquebrantable fidelidad.
(Tango de Black Shadw - Breeder: Elsa Campisciano)
